jueves, 30 de septiembre de 2010

La magia del amor

Aun a riesgo de repetirme, cuelgo esta entrada a petición de una amiga lectora: Sandra. Corresponde a un fragmento del cuento La magia de las palabras (concretamente el que hace referencia al término "amor"), perteneciente a mi libro Cartas para un país sin magia. Deseo que os guste tanto como le ha gustado a ella.

1. Magia para amar, sin otra razón que amarte.
2. Magia para querer a quien amo y amar a quien quiero, expresando libremente mis propios sentimientos.
3. Magia para amar como elija: en silencio o a gritos, libre o dependiente, delante del mundo o desde mi intimidad. Incluso amando menos de lo que humanamente sea capaz.
4. Magia para que tú lo seas todo conmigo y yo no sea nada sin ti.
5. Magia para no amar a medias sin tener que sentirte culpable. Para no amar como los cuerdos, ni por educación ni por conveniencia. Para no amar pensando en el recibo de la luz.
6. Magia para vivir de amor y por amor; también para caer de él y por él. Como diría el poeta, no es que muera de amor, muero de ti.
7. Magia para que el amor nos marque, pero no nos enmarque. Que siempre estemos a tiempo de cambiar.
8. Magia para que el amor sea valiente, aunque pueda darnos miedo. Para cometer errores y ser responsable de ellos.
9. Magia para que no te necesite si no puedo tenerte, para que me acuerde de olvidarte, para rendirme cuando te venza. Dándote lo mismo sin repetirme, siendo feliz sintiéndome tan triste, estando a tu lado sin estar contigo.
10. Magia para que si un día te vas, hasta mi teléfono móvil te eche de menos.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Crónica de unas Jornadas

Tal y como os he venido informando, este pasado fin de semana se han celebrado en la Casa Encendida de Madrid las III Jornadas "¡¡Ábrete libro!!", organizadas desde el portal literario del mismo nombre. Han sido dos días dedicados a la Literatura en sus múltiples facetas: la intriga, los viajes, la traducción, la ciencia ficción... los cuentos. Hubo ponencias, debates, un encuentro abierto de lectores, escritores y amigos. También esa parte gastronómica imprescindible en los grandes eventos, otra cultural... y sobre todo la humana que es, sin duda, la que más poso deja en la memoria.
Gracias a todos por unas Jornadas tan entrañables y por permitir que en ellas volviera a sentirme cuentacuentos.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Un cuento como adelanto

Ante la ponencia y sesión de cuentacuentos que compartiremos mañana en las Jornadas Literarias "¡¡Ábrete libro!!" os adelanto uno de los cuentos que se viene conmigo en la maleta. Es el titulado Papá... yo quiero ser como tú, y pese a su belleza desconozco quién es el autor. En cualquier caso, como afirma Ernst Jünger, el poder que los cuentos otorgan al ser humano carece de límites. La superación del tiempo, el espacio y la causalidad es algo que encuentra su igual tan sólo en los sueños. Por eso, nos seguiremos contando.

Mi hijo nació hace pocos días, llegó a este mundo de una manera normal... Pero yo estaba de viaje ... ¡Tenía tantos compromisos!
Mi hijo aprendió a comer cuando menos lo esperaba y comenzó a hablar cuando yo no estaba... ¡Cómo crece mi hijo! ¡Cómo pasa el tiempo!
Conforme iba creciendo, el chaval me decía:
— ¿Papá, algun día seré como tú? ¿Cuándo regresas a casa, papá?
— No lo sé, pequeño, pero cuando regrese jugaremos juntos; ya lo verás.
Mi hijo cumplió diez años hace pocos días y me dijo:
— ¡Gracias por la pelota, papá!, ¿quieres jugar conmigo?
— Hoy no, cariño; tengo mucho que hacer.
— Está bien papá, otro día será.
Se fue sonriendo, siempre en sus labios las palabras: «Yo quiero ser como tú».
Mi hijo regresó de la Universidad el otro día, todo un hombre.
— Hijo, estoy orgulloso de ti, siéntate y hablemos un poco.
— Hoy no papá, tengo compromisos. Por favor, prestame el auto para visitar a algunos amigos.
Ahora ya estoy jubilado y mi hijo vive en otro lugar. Hoy le llame:
— Hola hijo, ¿cómo estás? ¡Me gustaría tanto verte! -le dije.
— Me encantaría, padre; pero es que no tengo tiempo. Tú sabes, mi trabajo, los niños... ¡Pero gracias por llamar, fue increible oir tu voz!
Al colgar el teléfono me di cuenta que, efectivamente, mi hijo habia llegado a ser como yo ...

martes, 21 de septiembre de 2010

Jornadas Literarias "¡¡Ábrete libro!!"

Este próximo fin de semana se celebran en el Centro Cultural La Casa Encendida de Madrid las III Jornadas Literarias ¡¡Ábrete libro!! organizadas por el portal literario del mismo nombre. Lo que en principio parecía una simple quedada se ha consolidado en estos años como un encuentro que trasciende más allá del foro, completándose con otras actividades como concursos de cuentos, blog, revistas, presentaciones de libros, etc.
En la actualidad ¡¡Ábrete libro!! es un referente en Internet para muchos lectores, entre los que me encuentro, y cada vez de más escritores que accedemos al portal para comentar distintos aspectos relacionados con nuestra obra. Cuenta con cerca de 11.000 personas registradas tanto de España como de Latinoamérica, incluyendo unos 20.000 libros y autores comentados. El número de visitas y consultas al mes sobrepasan las 100.000. Como puede leerse en su blog, cada vez es más frecuente buscar referencias en Internet de los libros que queremos leer y ahí están ellos para compartir sus impresiones. Somos una familia grande y no hemos parado de crecer.
Es por ello un gustazo para mí participar como ponente en estas Jornadas, compartir cartel con escritores de la categoría de Javier Reverte y charlar en ellas sobre un tema que realmente me apasiona: el cuento. En la mañana del sábado, junto al también escritor Juan Villalba Sebastián y la moderadora Eva Pérez (autora del libro El árbol de los cuentos), debatiremos sobre distintos detalles de este género literario para acabar -si el tiempo lo permite- con una breve sesión de cuentacuentos. Estáis todos invitados.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Hasta siempre, Labordeta

Había asistido antes a varios de sus conciertos, leído algunas de sus obras (la última, los Cuentos de San Cayetano de Editorial Xordica), disfrutado con esa serie de televisión que tan humanamente dirigiera (Un país en la mochila). Compartimos saludo en aquella Feria del Libro y una charla hace un año con motivo de las Jornadas Literarias “¡Qué te cuento!” celebradas en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés, en Zaragoza. Allí, como presentador de las mismas, tuve el gusto de coordinar su presencia en el acto (a lo que accedió sin poner ningún problema) y compartir junto al público asistente la lectura de uno de esos relatos suyos tan cargados de humor, sentido crítico y realidad.
Hoy nos ha dejado José Antonio Labordeta, a quien el historiador Manuel Tuñón de Lara describiera como un "aragonés de cuerpo entero, con rotunda conciencia de serlo, cantor y poeta, referente moral y sólido valor de la cultura española de nuestros días". Sin embargo nos queda su legado, tantos libros, tantas reflexiones, aquellas canciones y ese Canto a la Libertad que entonamos por última vez al son de su guitarra en el inicio de las pasadas fiestas del Pilar, cuando ejerció de pregonero.
Hombre polifacético reconocido en el mundo de la Cultura, profesor, cantautor de verbo pujante, escritor, político, trovador, persona... Hasta siempre, Labordeta.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Desde mi pueblo

A causa de unas obras interminables en la calle de esta ciudad donde vivo, seguimos en el pueblo de "vacaciones". Aquí no hay conexión a Internet y cada mañana toca desplazarse en coche a trabajar. Mas pese a ello, la vida en el campo también tiene sus ventajas. Una de ellas, la de darte perspectiva para valorar en su medida alguno de los detalles vividos este verano.
De entre ellos quisiera citar el trato tan amable recibido por el personal del Centro del Libro de Aragón en esa visita para coordinar mi presencia (¡ya confirmada!) en la próxima Feria del Libro de Frankfurt. Va a ser impresionante y lo espero compartir.
También el de la Asociación Aragonesa de Escritores por su gestión al respecto y por seguir publicando en su blog las reseñas que escribo.
Al pintor José Manuel Chamorro por el regalo de esa obra suya titulada La ermita. Al poeta Daniel Oliva por iniciar sus versos con alguna de mis citas. A la escritora Mariam Carracedo por tomar prestadas algunas palabras de mis libros y componer un poema tan hermoso como el que adjunto:
http://losamigosdepapel.blogspot.com/2010/07/volver-ser-nino.html
A tantos amigos y lectores. Y por supuesto a todos y cada uno de esos vecinos por lograr que aquí, en el pueblo, me siga encontrando como en casa.

martes, 7 de septiembre de 2010

Cuentos de antes de dormir

Desde mi condición de médico y psicólogo estoy convencido del poder terapéutico que tienen los cuentos. Por un lado, y de manera casi instintiva, nos acercan a conceptos que rebosan empatía: ternura, infancia, inocencia, fantasía, imaginación. Por otro, gozan de un sinfín de propiedades que les hacen especialmente beneficiosos: entretienen sin efectos secundarios, permiten resolver conflictos, ayudan a mejorar la autoestima, invitan a la reflexión… E incluso se ha constatado que poseen cierta acción relajante que predispone a un plácido sueño.
Desde mi condición de escritor y cuentacuentos estoy convencido de la grandeza de este género literario. Así, a pesar de las tendencias del mercado (inclinadas últimamente a favor de la narrativa histórica), de las mil dudas de tantos editores a la hora de publicarlos o del uso peyorativo que en el día a día hacemos de palabras como “cuento” o “cuentista”, considero que precisamente en ese verbo “contar” radica gran parte de nuestra identidad.
Tras este preámbulo diré que ha llegado a mis manos casi por casualidad el libro Cuentos de antes de dormir del escritor José Enrique Serrano Expósito. Lo he leído con entusiasmo y sin prisas, como creo que deben leerse estas obras. Ha habido varios que he releído. Un cuento cada día justo antes de acostarme, siguiendo las recomendaciones del título. Los he reflexionado, los he compartido e incluso alguno se ha prolongado furtivo hasta el umbral de mis sueños.
Han sido nueve cuentos sencillos aunque cargados de contenido, variados por incluir escenarios y temas diferentes, imaginativos a raudales, con personajes propios de la fantasía, escritos para niños y no tan niños desde esa perspectiva mágica que suelen (o solemos) adoptar los cuentistas. Han sido nueve noches de entretenimiento, de reflexión, de esa dosis de empatía a la que antes hacía referencia. En definitiva han sido nueve motivos para descubrir el cuento en toda su dimensión.
Siempre estuve de acuerdo con aquella frase de Jorge Buccay: “Los cuentos sirven para dormir a los niños y para mantener despiertos a los adultos”. Y no puedo estarlo menos con la que expresa José Enrique Serrano Expósito en las páginas de este libro: “Dichoso el niño que tiene quien le cuente un cuento al acostarse; que espera ilusionado a que papá, o mamá, o su aya le cuente el cuento de antes de dormir”.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Sartine y la guerra de los guaraníes

A mis padres, a mí mismo y a mi mujer. Así y por ese orden han sido las dedicatorias de las tres obras que he escrito. Unas líneas sentidas al principio que, más allá del gesto protocolario, suponen un compromiso emotivo hacia la persona que se cita. Tal vez por eso tenga la rara costumbre con cada libro que leo de comprobar a quién brinda sus líneas el autor.
En el caso del escritor Juan Granados y su Sartine y la guerra de los guaraníes el destinatario de tal detalle ha sido su hijo Juan, “un chico de cinco años aunque aparenta seis” al que le han dedicado una novela de lo más entretenida.
En ella un personaje de serie, Nicolás Sartine, hombre de mar e intendente del Rey, recibe el encargo de valorar el estado de las colonias jesuitas del Paraguay antes de que entrase en vigor el Tratado de 1750 que establecerá una nueva frontera entre los dominios de España y Portugal. A pesar de su entrega y osadía, sustentada en la fidelidad de tantos camaradas, la empresa no será fácil. Una sucesión de circunstancias e intereses enfrentados permiten a Granados tejer una trama que mantiene en guardia al lector al tiempo que le divierte, instruye y entretiene.
De manera paralela aunque menos desarrollada, esta historia se intercala con otra sucedida dos siglos antes encabezada por el arquitecto Juan Bautista Villalpando, “el ignaciano engreído”, y que narra otros detalles relacionados con el desarrollo de las colonias o la vida jesuita, incluyendo una utopía: la del Templo de Salomón en tiempos de construcción del Monasterio del Escorial.
Con ese trasfondo Sartine y la guerra de los guaraníes resulta una novela amena, bien documentada, de prosa tan cuidada como fácil, tremendamente visual, con muchos detalles divertidos (algunos amparados en los hábitos de su protagonista) y una gran lección de Historia. Así, de la mano de sus actores nos adentramos en la vida de palacio, paseamos por los escenarios del Nuevo Mundo conociendo a las personas que hicieron posible aquella gesta, descubrimos la cultura guaraní -incluyendo la disposición de sus miembros a defenderla-, nos recreamos con detalles arquitectónicos de la época, contrastamos cada personaje (sea real o ficticio) que aparece. Todos descritos con maestría psicológica, destacando el trato que precisamente dispensa a Nicolás Sartine: mujeriego, fumador de pipa, bebedor… pero ante todo valiente, leal y con gran capacidad negociadora ante cualquier reto, augurándole por ello otros nuevos de cara al futuro.
Las citas referenciadas, los apéndices y sus mapas explicativos contribuyen a resaltar la veracidad de su contexto, validando el apunte de que Juan Granados es actualmente uno de los más rigurosos autores en el panorama de la narrativa histórica española.
En definitiva, un libro recomendable (en especial para los amantes del género) por combinar aventura con negrita, entretenimiento en cursiva e Historia con mayúsculas. Seguro que Juan, ese Sartine pequeñito a quien se lo han dedicado, lo disfruta de mayor como el que más.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Septiembre

Cada cual mide el paso del tiempo en función de sus referencias.
En mi caso de siempre he medido los años, no de enero a diciembre como marca el calendario, sino por cursos académicos: de septiembre a septiembre, de vacación a vacación. Mis hermanos, desde sus trabajos respectivos, acostumbran a hacer ese balance en función de las fechas que impone Hacienda. Mi abuelo Ildefonso, como buen rociero, lo hacía de Rocío a Rocío; mi abuelo Tomás -el pastor-, de trashumancia a trashumancia. Y así, cada uno de nosotros, referenciamos ese discurrir del segundero de una manera particular.
Septiembre es un buen mes para hacer balance, pero mucho mejor para planificar. No obstante hoy sólo pretendo reabrir este blog tras las vacaciones, saludaros a todos y advertiros de que en el próximo curso seguiré colgando en él relatos, reseñas, noticias, cuentos... Procurando en todo caso ser fiel a esa máxima que he convertido en mi lema: escribir para compartir.