viernes, 11 de noviembre de 2011

Barro en la Literatura

Escribir me encanta, me apasiona. Es mi hobby, y como a cualquiera le sucede con su hobby, practicándolo DISFRUTO con mayúsculas. Por ello lo ejerzo sin más contraprestación, habiendo donado a una ONG lo que pudiera corresponderme como derechos de autor. Entre esto y la relación que mantengo con mis lectores, me siento sobradamente pagado. Sin embargo, en ocasiones, esta afición también me da algún disgusto. Recuerdo esa vez que descubrí en Internet uno de mis cuentos firmado por otro. ¡Pero si eso lo he escrito yo…! Al final no fue tan grave, pues se trataba de un joven que había gozado tanto con su lectura que se lo atribuyó sin aparente mala intención.
Recuerdo también el día en que recibí por e-mail una invitación para asistir en Túnez a un festival del cuento. La idea era atractiva, mas ofrecía ciertas dudas: entre ellas, debía adelantar un dinero que me reembolsarían después de mi actuación. Finalmente dije no, descubriendo al poco tiempo en el portal literario de la Red Internacional de Cuentacuentos que se trataba de un timo.
El tercer caso que comparto resulta más doloso. Hace poco alguien -por ahora no sé quién, dado que las leyes de confidencialidad le protegen y no se me permite acceder a su identidad- ha denunciado este blog ante la Digital Millennium Copyright Act (DMCA), entidad que vela por la protección de los derechos de autor. Según refiere, en una entrada anterior infringí presuntamente alguno de esos derechos. De manera que dicha entrada está anulada, mi blog apercibido y yo ando preparando su defensa. No obstante, me apetece adelantarla con vosotros. Se trata de un texto del año pasado en el que anunciaba la posibilidad de que Mi planeta de chocolate se editara en el país trasalpino, considerando las gestiones realizadas al respecto por una traductora italiana. El texto original en castellano era mío y la traducción de ella, contando con su autorización para reproducirlo. Pues bien… Alguien -no sé quién, cómo ni por qué- ha detectado en ello una vulneración de algún derecho, habiéndome demandado por un texto que es mío, o en su defecto de mi traductora. ¡Incomprensible!
Huelga apuntar que este blog es meramente literario, sin ninguna finalidad mercantil, ideológica o de cualquier otro tipo por lo que, por más que busco, tampoco encuentro segundas intenciones.
Aunque parezca una simpleza, dicha acusación me ha decepcionado. Escribir no va por ahí, es otra cosa. Nadie invierte su tiempo libre en bregar, estar siempre en guardia o tener que defenderse ante tales paradojas. El ocio pierde entonces su atractivo.
Por supuesto que respeto los derechos de terceros y pido que se respeten los míos. ¡Pero de ahí a acusar en falso…! Supongo que es el barro que tiene este camino llamado Literatura. Y que conste que solo lo supongo, porque si tuviera que asumirlo, no lo asumiría nunca.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Amigo Manuel, porque creo conocerte lo suficiente, sé de la honestidad de tu persona y creo absolutamente en las palabras que hoy nos dejas. Tú y yo pertenecemos a ese grupo de escritores que dedica su tiempo libre a la literatura por simple y llana vocación; porque no hemos encontrado otra manera mejor de contar cómo sentimos nuestro mundo y encontrar quien “escuche” nuestras historias. Por ello, por más piedras que nos pongan en el camino, seguiremos escribiendo. Sé que tarde o temprano tu obra será reconocida como se merece, como sé que nunca, nunca, dejarás de escribir.
Podría decirte que me sorprenden las tres experiencias que nos has expuesto, pero lo cierto, y lo triste, es que durante los años que llevo luchando en este mundo me he curado de espantos.
Ánimo, sique escribiendo tus hermosas historias y haciendo un poco más feliz al mundo.
Un abrazo y, como a ti te gusta, mil sonrisas.

Manuel Cortés Blanco dijo...

Amiga Mercedes. Simplemente, mil sonrisas también para ti y un GRACIAS enorme. Nos contamos.

Anónimo dijo...

¿No os parece a veces que el mundo está loco? cada día lo pienso más.

En fin Manuel, que espero que esto no merme tu interés por escribir, porque somos muchos los que disfrutamos leyéndote.

Deseo que esto solo sea una anécdota más en tu vida, de esas que empieces contando... "Os podéis creer..."

Mil besos.

Ana

Manuel Cortés Blanco dijo...

Hola Ana:
Yo también lo pienso. Y lo peor es lo que cuesta a veces encontrar en algunos la cordura. En fin...
Esta próxima semana enviaré mis alegaciones (me he retrasado un poco porque ha de hacerse vía Internet, con un lector de DNI que no tenía), confiando en que todo se resuelva.
Lo que doy por seguro es que seguiré escribiendo. Lo disfruto demasiado.
Mil gracias por tu comentario, mil sonrisas, mil y un cuentos.