martes, 10 de julio de 2012

Un paraguas en el taxi

El mundo de la Literatura es un mundo complicado, y más en tiempos de crisis. Publicar se hace difícil y no todo tiene el brillo que aparenta. Como muestra, siempre he dicho que el manuscrito de mi primer libro, El amor azul marino, lo envié para su valoración a 11 editoriales y todas lo rechazaron con buenas palabras -eso sí- pero sin habérselo leído. Descubrí entonces que no era una cuestión de calidad sino de oportunidades.
Sin embargo, en este caminar por el universo literario he encontrado también muchas personas que me han apoyado. De entre ellas, citaré a los miembros de mi familia. Del primero al último creen en mi como escritor y no han faltado nunca a los momentos importantes de esa andadura. Por poner otra muestra, la de mi hermano, anunciando en su taxi por las calles de Zaragoza mi último libro: Siete paraguas al sol. Probablemente sea el único taxista del planeta que me publicita pero, sin duda, para mí será siempre el mejor.

1 comentario:

Bere dijo...

Bueno, los taxis son un excelente lugar para anunciarse, la verdad usan mas los buses, pero un taxi tiene muchas formas de publicidad. Saludos desde Taxifels