viernes, 20 de diciembre de 2013

Los valores de Irene

Dicen que la inteligencia tiende a lo justo, que es lo mínimo exigible. Que la afectividad busca lo bello, despertando del letargo a los sentidos. Que la voluntad pretende lo bueno por ser lo máximo a lo que podemos aspirar. Desde su teoría, Irene considera que no hay personas buenas, bellas o justas. Si acaso lo son sus actos; a ellas les basta con ser personas. No obstante, desde su práctica ha constatado que el azar gusta de ayudar a los sencillos. Y que lo justo, lo bello y lo bueno se les otorga por añadidura... Por eso, los mejores suelen ser los más humildes.   

Nota: Párrafo perteneciente al capítulo Goles de paz, incluido en mi libro Siete paraguas al sol.

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