lunes, 4 de abril de 2016

El sabor del mar

El pasado 2 de abril, coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil, la editora Vera Kújareva tuvo el detalle de contar mi cuento El sabor del mar, incluido en mi obra Nanas para un Principito, en la Maratón de Cuentos celebrada con tal motivo en la Biblioteca Pública de Vallecas.
A sabiendas de lo bien que salió todo y junto a mi más sincero agradecimiento, comparto unas líneas del mismo:

"Cuentan que cuentan que me contaron, que al principio de los tiempos el mar estaba hecho con vino. De ahí su color rojizo de aquel entonces, de ahí que las Sardinas dijeran tonterías y anduviesen dando tumbos, pues siempre acababan con una copa de más.
Ante las quejas de los Atunes, cansados de dar positivo en tantísimos controles de alcoholemia, la Madre Naturaleza decidió hacer un cambio. De manera que a partir de entonces ese mar estaría formado a base de café. De ahí el color negruzco de aquel periodo, de ahí que las Doradas danzasen desveladas bajo los efectos de tanta cafeína. No obstante, a más de uno le parecía desacertada aquella decisión.
- ¡De leche! –pensó la Naturaleza tras escuchar el lamento de una Lubina-. Haré que el mar tenga leche para disfrute de los peces.
De ahí el color blanquecino de aquellos años, de ahí que las Ballenas engordasen tanto con un alimento tan rico en proteínas.
Sin embargo, ni siquiera entonces hubo consenso. A las Gambas les resultaba difícil conservar su figura y a los crustáceos no acabó de gustarles semejante sabor.
Por ello, cansada de tanto ajuste y reajuste, la Madre Naturaleza tomó una decisión definitiva: que entre el millar de animales que habitan los océanos escogieran su composición. Únicamente les advirtió que meditaran muy bien lo que fuesen a elegir, pues aquello que saliera de tal acto perviviría para siempre...".

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