martes, 8 de noviembre de 2016

Enseñando a crecer

Ser padre es uno de los roles más difíciles que he desempeñado en mi vida. Anticipo que me siento encantado, afortunado y agradecido con ello, pero también asumo que en muchas ocasiones no sé cómo responder. Por ello, desde antes incluso de que Manuel pequeño y Amalia llegasen a nuestro lado, he querido formarme al respecto para ejercer esa paternidad de la mejor manera posible.
Así, y aun cuando partía de cierto escepticismo, hemos leído algunos libros especializados, compartido vivencias, asistido a una escuela de padres/madres, e incluso realizado distintos cursos, recogiendo de cada uno de ellos cuanto luego pudiera sernos de utilidad.
Desde la experiencia que otorga el haber participado de tantas actividades en este y otros ámbitos, quiero reconocer que el último al que he asistido, titulado Enseñando a crecer, ha sido especial. Primero por la calidad humana y profesional de sus dos ponentes, Javier Bolaños y David Casado; segundo, por la implicación de cada una de las familias asistentes... Y tercero, porque en él se ha trabajado con rigor una perspectiva que cada vez se está implantando más en el ámbito educativo: potenciar nuestras capacidades -antes que penalizar las posibles carencias- y, sobre todo, creer firmemente que en cada momento somos y seremos la mejor versión de nosotros mismos.
En este contexto de aprendizaje continuo, recuerdo aquel proverbio que alguien compartió conmigo en un lugar muy lejano: "Gobierna tu casa y sabrás cuánto cuesta la leña y el arroz; cría a tus hijos y sabrás cuánto debes a tus padres".

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